El objetivo es denunciar y llevar ante la justicia a los políticos, agitadores y opinadores de extrema derecha que llenan la esfera pública de mentiras, difamaciones y amenazas contra colectivos y gente indefensa. En algunos casos, vulnerando un código penal que solo parece estar ahí para otros.
Es lógico que así sea si nadie arranca los procesos judiciales necesarios. No tenemos una confianza ingenua en los tribunales y sabemos bien que la judicatura es un feudo muy conservador. Pero creemos que ha llegado el momento de utilizar las leyes y los tribunales de manera alternativa: incluso si no ganamos o no se admiten nuestras denuncias, pondremos en evidencia las contradicciones del sistema.
No es nuestra intención perseguir los delitos de opinión. Las ideas, por muy repugnantes que sean, se combaten con ideas. Pero cuando estas pasan de las bravatas a la intimidación y a las amenazas o a las invitaciones directas a la violencia, es el momento de que intervenga la justicia.