“Vox y Hazte Oír son el punto en común de todo”

El debate sobre la regulación del anonimato en redes sociales como respuesta a la impunidad de los discursos de odio en Internet se ha avivado en los últimos meses, generando posiciones encontradas sobre sus posibles implicaciones en términos de libertad de expresión. El propio presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, planteó en el Foro de Davos celebrado a principios de este año la posibilidad de establecer medidas para acabar con el anonimato en redes a través de la vinculación obligatoria de cada cuenta con un documento oficial de identidad. Una propuesta que suscitó airadas reacciones entre ciertos líderes de la ultraderecha global, acostumbrados a hacer del bulo y la desinformación anónima una de sus principales armas comunicativas.

Al margen de los distintos matices y argumentos de este debate, lo cierto es que la extrema derecha y sus peones digitales aprovechan desde hace años el amparo del anonimato para difundir de forma impune mensajes de odio y amenazas contra los colectivos más vulnerables. Perfiles bajo pseudónimo con decenas de miles de seguidores protegidos y financiados por los grandes poderes de la industria del bulo que, escudados en esa máscara digital, asumen el “trabajo sucio” de la batalla cultural en redes, introduciendo y popularizando los mensajes y relatos más duros que la derecha reaccionaria quiere implantar.

El periodista de investigación de Diario Red Román Cuesta ha estado trabajando durante los últimos meses para destapar la identidad de las personas detrás de algunos de estos perfiles con mayor relevancia. Recientemente ha desvelado quién se encuentra al otro lado de las cuentas Sr. Liberal, Capitán Bitcoin y Alt Right España. Tres avatares con alta capacidad de difusión en canales como Telegram o X, cuya intensa y coordinada actividad está dedicada a difundir bulos que vinculan inmigración y criminalidad, rechazan la multiculturalidad y promocionan discursos y conspiraciones xenófobas como las del gran reemplazo o la remigración.

Una de las cuentas que con mayor impacto ha esparcido este tipo de discursos conspiranoicos a través de sus redes es la de Capitán Bitcoin. Una plataforma con más de medio millón de seguidores que impulsa bulos a través de los que alimenta el odio hacia los inmigrantes, los vincula con la delincuencia aprovechando contextos de tragedias como la de la DANA, e incluso defiende un gran montaje mediático detrás del genocidio en Gaza.

Detrás de este perfil se encuentra el nombre de Álvaro Pau Sánchez, hijo de un miembro de la Real Academia de la Cultura Valenciana, Alfredo Sánchez Garzón, fiel seguidor de la cuenta. Sánchez es un enfermero especializado en Nutrición y Planificación Dietética con un Máster Oficial en Enfermería de Diálisis y Trasplante Renal con una amplia trayectoria en redes al margen de su profesión, siempre vinculado a la derecha más ultra y reaccionaria.

Además, Sánchez es administrador de canales de Telegram como ‘Derecha Alternativa’ o ‘Disidencia Activa’, en los que durante años instigó a sus seguidores a “quemar” la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero o el Congreso de los Diputados. Mensajes jaleados por sus decenas de miles de seguidores, con una clara vocación de inducir al odio y la violencia, que impulsaron una popularidad que el agitador aprovechó para publicar hasta tres libros a día de hoy aún disponibles a través de canales de venta como Amazon. La cuenta de Capitán Bitcoin fue clausurada justo después de la publicación en la que Cuesta reveló públicamente la identidad de Álvaro Pau Sánchez.

Otro de los perfiles ultras destapados recientemente ha sido el del influencer conocido como Sr. Liberal. Con casi 150.000 seguidores en X, esta es una de las cuentas más influyentes y activas del ecosistema digital del odio. Detrás de ella, tal y como él mismo ha acabado por reconocer, se encuentra el abogado Jesús Santorio Lorenzo, también responsable del sitio web abogadosblog.com y las redes sociales asociados al mismo. Es, de hecho, a través de esta vinculación como finalmente se ha logrado desvelar la identidad de Santorio, quien ha comenzado una campaña de victimización frente al “acoso político” que, según él, está sufriendo; llegando incluso a abrir un crowdfunding en el que pide a sus seguidores 5.500 euros para generar lo que ha llamado “caja de resistencia”.

Además de la difusión de campañas y acciones de partidos como Vox, así como de grupos ultraderechistas como Núcleo Nacional, con los que ha demostrado tener vínculos muy estrechos, este perfil ha sido responsable de la difusión de decenas de bulos racistas y mensajes discriminatorios contra minorías que podrían considerarse como delitos de odio. Desde referencias a la “invasión planificada” de España por parte de una comunidad magrebí que califica de “okupas” y “criminales”, a amenazas contra el colectivo de personas migrantes en las que llama expulsarlos del país “por lo civil o lo criminal”.

El último de los avatares a los que durante las últimas semanas se ha quitado la capucha es el de la cuenta Al Right España. En este caso, la identidad de la persona detrás de este perfil, Pedro Cano García, añade un agravante: su labor como funcionario del Ministerio de Defensa. Vinculado con otra cuenta, la que durante tiempo usó Cano bajo el alias @Derechita88 y por la que finalmente ha sido descubierta su identidad, este servidor público ha dedicado su actividad en Internet a difundir mensajes tránsfobos, crear desinformación en torno a tragedias como la de la DANA de Valencia, relacionar inmigración y delincuencia o mostrar su apoyo a agresores como el youtuber denunciado por ACO Jan Sin Miedo.

El autor de esta investigación, Román Cuesta, quien ya ha empezado a recibir coacciones y amenazas en redes por su trabajo, destaca en conversación con ACO el carácter planificado y coordinado de la actividad de este tipo de cuentas de difusión de contenido xenófobo y racista. “Viendo las horas y frecuencia de las publicaciones, queda claro que estas campañas de odio son comunes y están perfectamente coordinadas”, apunta Cuesta, quien asegura los vínculos directos de estos perfiles con partidos y organizaciones de ultraderecha: “Vox y Hazte Oír son el punto en común de todo”.

En cuanto a la financiación, el periodista pone el foco en el opaco mundo de las criptomonedas como posible vía de ingresos para el sustento y la promoción de este tipo de plataformas. “La mayoría de la publicidad que exponen en sus canales de Telegram está relacionada con las criptomonedas y las casas de apuestas. Estamos investigando estas relaciones y, aunque queremos ser precavidos con este tema, ya hemos encontrado wallets que distribuyen a varias de estas cuentas”, concluye Cuesta.

El último aspecto que confirma el carácter estructural y planificado de todo este entramado de cuentas son sus conexiones a nivel internacional. En este sentido, el investigador destaca los vínculos de todos estos perfiles con otras cuentas en redes sociales de la derecha americana, así como con poderosas organizaciones de la ultraderecha global como Citizen Go o El Yunque. “Se ve perfectamente cómo coordinan campañas internacionales con los mismos contenidos. No hay duda de esas conexiones”, afirma Cuesta. “Detrás del origen de Vox en redes están figuras como la de Steve Bannon. Hay incluso ciertos periodistas especializados en estos temas que han denominado la creación del partido español de ultraderecha como la Operación Yunque”.